Antes de comenzar a aprender sobre los movimientos del parkour, es imprescindible que entendamos los fines con los que fueron creados y el objetivo de la práctica en sí. Lo que muchos asocian con el parkour es la parte de las maromas, acrobacias y demás saltos peligrosos, esto gracias a las vistosas demostraciones que podemos encontrar muy fácilmente en el internet y las redes sociales, sin embargo, el parkour no se trata de montar un espectáculo, su único objetivo es extender el alcance del cuerpo humano a nuevos niveles para así poder transitar de la forma más libre y fluida que nos es físicamente posible, para lograr esto se utilizan diversos movimientos, de los cuales algunos son tomados por los medios de comunicación para presentarlos a las masas de una manera un tanto exagerada y adornada para poder llamar la atención de los consumidores de estos medios.
La mayor parte de los movimientos del parkour fueron diseñados para recorrer distintas partes del “landscape” urbano de la manera más eficiente y óptima que se nos pueda ocurrir en una situación precaria, como una persecución, realmente son escasas las ocasiones en que nos sería útil hacer un doble mortal hacia atrás para distraer a un posible persecutor, lo único que estaríamos logrando es ponernos en riesgo al ser un movimiento que puede salir muy mal si no estamos lo suficientemente preparados para realizarlo de manera consistente. Para lograr evadir un verdadero peligro eficazmente, tendríamos que realizar otros movimientos más simples y conservadores de energía, también hay que tomar en cuenta que no tendremos tiempo para tomar vuelo o prepararnos adecuadamente en una auténtica situación de peligro, de igual manera no tendremos el temple intacto, por lo que seremos un poco más propensos a cometer errores aún con técnicas relativamente fáciles. En este blog describiremos las partes fundamentales para realizar otros movimientos más complejos, pues si no los dominamos cuando empezamos a practicar el parkour será muy difícil deshacerse de estos malos hábitos cuando alcancemos un nivel más alto.
1. Wall Climb.
Es una técnica muy fácil de comprender y como su nombre lo indica, consiste en escalar un muro (aunque también podemos incluir árboles y otros obstáculos que requieran ser escalados). Este movimiento se puede realizar desde una posición estática casi pegado a la superficie que se quiere escalar, hay que saltar y estirar los brazos para alcanzar la cima del objeto y sostenernos de esta, seguidamente hay que impulsarnos hacia arriba, lo más eficiente es utilizar solamente los brazos, aunque claro que esto requiere de muchísima fuerza en la parte superior de nuestro cuerpo, así que si no podemos subir con los brazos podemos tomar impulso flexionando las rodillas y apoyando nuestros pies formando un ángulo de 90° con la superficie. Es muy importante aclarar que con este movimiento hay que mantener ciertas precauciones para hacerlo impecablemente, algunas sugerencias son: Nunca apoyar las rodillas sobre la superficie, no debemos utilizar los antebrazos para subir a la cima.
Esta es una técnica que nos servirá para acceder a lugares a los que otras personas no, así deshaciéndonos de algún persecutor posible. Cabe destacar que hay una infinidad de variaciones, la más práctica siendo el “Wall Run” (no hay que dejarnos llevar por el nombre y asumir que vamos a correr sobre un muro a lo Spider-Man), esta es similar al “Wall Climb”, pero para realizarlo tenemos que estar corriendo, después saltaremos hacia el muro con un pie hacia el frente, pues el siguiente paso que daremos será sobre la superficie y lo usaremos para tomar un segundo impulso y así poder llegar a lugares más altos, después de seguir estos pasos, continuaremos como si se tratase de un “Wall Climb”, trepándonos a la cima de un solo movimiento después de agarrarnos del borde con las manos. Hay que tomar en cuenta unas consideraciones adicionales al realizar este movimiento, ya que estamos tomando carrera es importante saber manejar el momentum que consigamos de esta, pues terminarse estrellando es mucho más fácil de lo que nos imaginamos.
2. Monkey Vault.
Este es un movimiento bastante simple pero requiere de cierta destreza para amaestrar, es bastante útil para librar obstáculos que no son muy grandes, aproximadamente a la altura de la cintura o cadera como un barandal, aunque esto depende de las capacidades de cada quien y es importante reconocer nuestro alcance. Para empezar a practicarlo es recomendable hacerlo desde una posición estática y una vez que ya le agarremos la técnica (y confianza), podemos realizarlo durante una carrera. Comenzamos el movimiento apoyando nuestras manos sobre la superficie, luego hay que saltar con ambos pies con el objetivo de que pasen entre el hueco que se forma entre ambos brazos, para lograrlo tenemos que flexionar nuestras rodillas hacia nuestro pecho, si el obstáculo se encuentra al nivel del suelo aterrizaremos con ambos pies. (Cabe recordar que las manos las usamos para tomar impulso y no hay que mantenernos aferrados al objeto).
3. Cómo caer.
Ya que estamos realizando movimientos de altura, es necesario saber cómo caer sin sufrir daños mayores, y estas técnicas se conocen como “Recepciones” y su propósito principal es distribuir el peso del impacto por todo el cuerpo. Hay distintas recepciones, algunas dependen del movimiento que acabamos del movimiento que acabamos de realizar antes de caer, pero en este blog hablaremos de las generales, pues nos serán de utilidad en una mayor cantidad de situaciones.
La primera es la “Recepción básica”, en esta recepción debemos evitar que los talones hagan contacto con el suelo inmediatamente, en vez usaremos la parte delantera del pie para tener una mejor amortiguación, también hay que mantener las rodillas flexionadas e inclinar la espalda ligeramente hacia adelante para distribuir nuestro peso y mejorar nuestro balance al momento de caer; de igual manera es importante mantener las manos adelante en caso de que necesitemos utilizarlas.
La segunda es la “Recepción con rotación”, esta nos servirá en caso de que llevemos bastante velocidad al caer, e incorpora una voltereta, la cual estará apoyada sobre alguno de nuestros dos omóplatos (el que nos resulte más cómodo en la situación dada), para realizarla debidamente hay que encoger nuestra cabeza de manera que nos encontremos tocando el pecho con la barbilla, y después aprovechar la inercia que tenemos para dar la vuelta sobre nuestro hombro.
4. Otras consideraciones.
Es importante tener una condición física decente para realizar estos movimientos sin lastimarnos, ya que podríamos no tener la fuerza o elasticidad requerida y terminar cayéndonos. También es de vital importancia revisar todas las superficies donde vamos a realizar estos movimientos al practicar, al igual que el entorno completo en caso de que realicemos una carrera completa, de lo contrario nos será muy difícil reaccionar a los obstáculos que se nos presenten (esto no significa que sea imposible realizar una carrera únicamente con reflejos, pero incluso los profesionales toman esta precaución al estar perfectamente conscientes de todo lo que se encuentra en su entorno ya que un salto en descenso podría terminar desastrosamente si no conocemos la altura de este).
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